10.10.11

Un reconocimiento al Dr. Mariano Moreno



PEDIDO A LA PRESIDENTA

Un reconocimiento al Doctor Mariano Moreno

Publicado el 10 de Octubre de 2011



A pesar de la profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del periodismo, militante por cierto.
 
Durante la Revolución de Mayo, Mariano Moreno sostenía la existencia de una “sublime ciencia que trata del bien de las naciones”. En un escrito titulado “Sobre las miras del Congreso que acaba de convocarse”, el jacobino se preocupaba más por lo que iban a votar los congresales que por cómo lo iban a hacer. En su reflexión estaba presente la búsqueda de un gobierno construido en la plena libertad basada en la igualdad. Sin duda, las reflexiones políticas del joven revolucionario lo ameritan para ser considerado el primer politólogo argentino.
Si quedan dudas, basta salirse de la corta mirada que atribuyen a Moreno unos pocos meses de actividad política. Desde sus estudios, en la convulsionada Universidad de Chuquisaca, la explotación que recibían los indígenas despertó su mirada crítica y centró sus investigaciones en realizar una tesis para la defensa de sus derechos. Por eso, “Disertación Jurídica. Sobre el servicio personal de los indios en general” (1802) es un llamado a la Igualdad.
Comprendiendo los cambios de su época, con la expansión del capitalismo y las revoluciones burguesas, detalló el impacto que tuvo la llegada de los británicos a la ciudad en “Sobre la invasión de Buenos Ayres” (1806), y además de defender el libre cambio (contra el proteccionismo imperial español) en “Representación de los Hacendados” (1809), sostenía la necesidad de pensar nuevos marcos tributarios y organizativos, incipientes para una nueva relación internacional, donde subyace la necesidad de independizarse de España.
Al avanzar en la osadía de constituir la Junta de Gobierno, ese 25 de mayo de 1810, su participación en la misma estuvo centrada en dar forma a un proyecto de país. Como citamos, en “Sobre las miras del Congreso”, sostuvo imperiosamente la necesidad de redactar una Constitución y avanzar en un Estado Independiente. Pero no cualquier institución, sino una república con las mejores leyes, donde convocaba a pensarla. En ese texto decía: “Mis discursos no llevan otro fin que excitar los de aquellos que poseen grandes conocimientos.”
Un nuevo Estado con democracia basado en la igualdad, como lo impulsa en el “Prólogo al Contrato Social de Rousseau”, y sostenido en la libertad, tal como lo desarrolla en “Plan de Operaciones”, donde diseña una propuesta para la emancipación de las provincias del Río de la Plata. Además, ese gobierno debía garantizar la publicidad de sus actos de gobierno (La GaZeta de Buenos Ayres). Por ese medio, divulgó la necesidad de propiciar educación y cultura (Fundación de la Biblioteca Nacional), garantizar la pluralidad de voces (Sobre la Libertad de Escribir) y la base de la igualdad (Sobre la supresión de los honores del Presidente). 
A pesar de la profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del periodismo, militante por cierto. Quizás, para los liberales era demasiado jacobino o para los revisionistas era excesivamente librecambista, lo que provocó cierta ausencia en las citas y reivindicaciones políticas. Sin embargo, como la historia se reinterpreta en el presente, Mariano Moreno está inspirando los discursos de los gobernantes contemporáneos.
De hecho, en el marco del Bicentenario, la misma presidenta destacó como aporte de Moreno sus reflexiones sobre Igualdad. Según ella: “Muchos podrían repetirlas sin omitir una sola coma.” A su vez, como base de ese legado, sostuvo: “Siempre hablamos de la igualdad de oportunidades. Aprendimos en estos 200 años de historia que igualitarismo es algo diferente a la igualdad de oportunidades.”
Y esta reivindicación de Mariano Moreno en el presente, es el claro aporte de sus reflexiones. Pensarlo como primer politólogo, a partir de reconocer el “Día Nacional” de los graduados y graduadas en esa disciplina, no es una mera efeméride, sino la clara apuesta hacia una base constitutiva de nuestra democracia.
Desde el liberalismo de Alberdi y Sarmiento, pasando por los de Ramos Mejía y Zeballos; tomando el nacionalismo de Scalabrini Ortiz y Jauretche; y hasta considerando el socialismo de Silvio Frondizi; Argentina aportó grandes politólogos. Y las mujeres no se quedan atrás, a pesar de estar proscriptas hasta el voto femenino conseguido por la lucha de Eva Perón, desde la militancia aportaron reflexiones. La misma Guadalupe Cuenca, esposa de Moreno, con sus cartas describía la situación política de su época, pasando por Julieta Lentieri o Alicia Moreau de Justo, pelearon por ampliar la Democracia. 
En la actualidad, muchos politólogos argentinos se destacan en el mundo, como Guillermo O’Donnell, Ernesto Laclau y Atilio Borón. A otros colegas podemos leerlos en los medios, como Luis Tonelli,  Hernán Brienza, Fabián Bossoer o María O’Donnell. Incluso, con sus aristas, están en el escenario político, como Juan Manuel Abal Medina o, en el otro extremo, Patricia Bullrich.
La propuesta de declarar el 23 de septiembre, fecha de nacimiento de Moreno, como Día Nacional del Politólogo estuvo presente en el Parlamento argentino, recibió media sanción en Diputados y estuvo en orden del día en senadores, perdiendo su estado parlamentario. Ojalá que estas líneas motiven a avanzar en este reconocimiento por parte del Congreso. 
Incluso, sería oportuno plasmar la figura de Mariano Moreno en un billete de la Nación. Parece increíble que nunca estuvo en nuestras monedas, sin duda es un tema pendiente. Sería un reconocimiento a la importancia del pensamiento político, que a lo largo de nuestra historia estuvo pensando el destino de nuestro país. La Ciencia Política deja paso a la Política. <
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