Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.
Es justo que los pueblos esperen todo bueno de sus dignos representantes; pero también es conveniente que aprendan por si mismos lo que es debido a sus intereses y derechos